Estreno

30 Septiembre 2020
Teatro Valle-Inclán, Madrid

Duración

1 hora y 30 minutos

Sobre la obra

Beckett llega al teatro desde la literatura. Tal vez por eso entiende que son dos cosas bien distintas. Que en el teatro la palabra sólo adquiere teatralidad si se pone en relación con los otros lenguajes que entran en juego.

La cuestión del espacio le interesaba particularmente (cosa evidente en sus obras). Según cuenta el doctor H. J. Schaefer en Memories of a Meeting With Beckett and His Wife, Beckett le dijo: “Para mí el teatro no debe ser una institución moral, en el sentido de Schiller. No quiero ni educar, ni mejorar a la gente, ni ocuparme de que no se aburra. Quiero traer poesía al drama, una poesía que ha atravesado el vacío y renace en un espacio concreto.”

Ese espacio concreto es de una potencia tal en Los días felices que nos interpela como un grito cuyos sentidos son múltiples e inagotables.

Beckett no escribe obras sobre cosas. Sus obras son la cosa. El conflicto ya está en el espacio, antes incluso de que nadie abra la boca, y las palabras, (y lo siguiente es cada vez más cierto según avanza su escritura) son sólo las precisas.

Beckett escribe para teatro (cuando escribe para teatro). Por eso se ocupa, con una dedicación de enamorado, no sólo de lo que debe decirse, sino también de las acciones que deben hacerse. Su obra es una partitura. Sus palabras, música.

Tener el privilegio de poder hacer Los días felices es seguir paso a paso las indicaciones del mapa de un tesoro que termina por revelar la gran riqueza del teatro: encontrarse con la singularidad de lo humano. Gracias, Ernesto Caballero, por confiarnos una tarea tan estimulante. Y gracias a todo el equipo, por estos días felices.

Pablo Messiez

Hay que tenerlos muy bien puestos para que durante hora y media nos mantenga en vilo.

Eduardo RuizShangay

Será difícil olvidar la Winnie (Fernanda Orazi) y el Willie (Francisco Carril) en 'Los días felices'.

Marcos OrdoñezEl País

El trabajo interpretativo de Orazi para que el espectador no desconecte es ímprobo.

Raul LosanezLa Razón
Ficha artística y técnica

Texto Samuel Beckett, traducición de Antonia Rodríguez Gago
Versión y Dirección Pablo Messiez
Intérpretes Fernanda Orazi y Francesco Carril
Escenografía y vestuario Elisa Sanz (AAPEE)
Iluminación y vídeo Carlos Marquerie
Espacio sonoro Óscar G. Villegas
Fotografía Marcos G Punto
Ayudante de dirección Javier L. Patiño

Ayudante de escenografía y vestuario Paula Castellano
Ayudante de iluminación y vídeo David Benito
Realizaciones escenografía Mambo decorados
Distribución Caterina Muñoz Luceño
Comunicación Joaquín Pérez Fuertes
Agradecimientos Rocío Barreto García

En Coproducción con el Centro Dramático Nacional